jueves, 27 de mayo de 2010

FRUTA DE LA PASIÓN


También llamada maracuyá, la fruta de la pasión es una baya de piel violeta, rojo, anaranjada o amarilla que toma su nombre del arbol de origen “la passionaria”. No tiene una piel lisa, sino irregular y arrugada. Su pulpa es acidulada, amarillo anaranjada y llena de pequeñas pepitas negras comestibles. Se puede conservar a temperatura ambiente durante unos días. Cuanto más arrugada esté la fruta, más madura está.

Propiedades

La pulpa, el zumo, las flores y la infusión de las hojas del maracuyá tienen un efecto relajante, mucho más pronunciado en el caso de la infusión, que puede utilizarse como sedante ligero o como calmante para dolores musculares o cefaleas; contiene varios alcaloides, entre ellos el harmano y el harmol.

En dosis normales, una taza o dos de infusión al día, ayuda a conciliar el sueño y puede tener además efectos antiespasmódicos; está recomendada también en caso de espasmos bronquiales o intestinales de origen nervioso, así como para los dolores menstruales.

Posee también un ligero efecto vasodilatador, pero no se recomienda su utilización regular para evitar efectos tóxicos.

La flor de determinadas especies tiene efectos ligeramente alucinógenos. Por otra parte, es importante mencionar que dentro de la gastronomía y la salud el maracuyá o parchita es de vital importancia, ésta posee características esenciales para la producción de hormonas sexuales que ayudarían al apetito sexual en los seres humanos.

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